24 de mayo de 2012

> Sobre el tiempo y el espacio.

     Siempre me han interesado los conceptos físicos de tiempo y espacio y muchas veces he reflexionado sobre su relación con el ser humano. Sobre como esos criterios físicos se expresaban en la vida cotidiana de los seres humanos.
     Finalmente adopté una simplificación que me ayudó a mejorar mi vida y hoy, que tengo un rato, intentaré contárosla (espero que alguien lo lea algún día)
    El tiempo siempre fue para mi un asunto complejo (en cuanto cuarta dimensión) hasta que pude traerlo a la escala del mundo ordinario y ver que como la gramática simple enseña, se reduce a pasado, presente y futuro.
    Del pasado lo fundamental es que no puede ser cambiado y el futuro sólo podemos considerarlo como consecuencia del pasado. En medio nos queda el presente, el más efímero de los momentos que si lo pensamos ya es pasado. Ese instante de presente, el momento en que experimentas la existencia, es el único importante y el único en el que suceden los cambios. Puedes analizar el pasado, hacer planes de futuro pero todo ello pasa siempre en un instante del presente.
     Para el ser humano el espacio tiene solo dos dimensiones separadas por la piel: dentro y fuera de mí. Ora estoy dentro, me siento, me pienso, me recreo o me retuerzo en mis entrañas... Ora salgo de mí y la existencia se muestra en todos mis sentidos.
     Prueba a vivir el presente fuera de ti. No hay mejor sendero para seguir.

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