3 de junio de 2012

> La guerra y la paz

A lo largo de mi vida he vivido diversas épocas durante las cuales la polémica sobre la guerra y la paz ha sido intensa. Mi juventud se movió alrededor del eslogan "haz el amor y no la guerra". Antes y después han ido sucediéndose diversas guerras a lo largo del planeta. Vienen a mi mente algunas: del Congo belga, de Vietnam, del Chad, las Malvinas, entre Irán e Iraq, la guerra de Bosnia, las de Iraq y Afganistán etc. Afortunadamente, y espero que así siga, no me he visto envuelto directamente en ninguna de ellas.

Manifestación en Girona en contra de la guerra de Irak
Todo esto viene a cuento de una anécdota que quería contaros. Cuando se celebró el referéndum sobre la entrada de España en la OTAN (aquel de la pregunta rocambolesca) yo tomaba parte activa en la asociación de padres del colegio de mi hijo. 

Recuerdo que el colegio (profesores y padres conjuntamente), en el marco de la campaña para dicho referéndum propuso, como actividad a los niños que quisieran, hacer una redacción que versara sobre la paz. Podría decirse que los niños, bien aleccionados, respondieron todos al unísono escribiendo de mil maneras las bondades de la paz y las maldades de la guerra.

De entre las cerca de doscientas redacciones, que por consideración me forcé a leer, había una que era totalmente diferente y no he podido olvidar después de tantos años. Diría más: nunca agradeceré lo suficiente a su autora, una niña de pocos años de la que desconozco todo, el bien que sus palabras han hecho en mi vida. Era una breve redacción de pocas líneas, como de quién tiene miedo a dar su opinión, rematada con una frase que aún ahora me emociona: "yo creo que la paz es silencio".

Namaste

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